domingo, 22 de julio de 2012
0 Lamida
Esto pasó en una pequeña ciudad de Francia y salió en todos los periódicos locales.
Una niña de 9 años, hija única, de padres de gran influencia, tenía todo lo que hubiese querido y deseado una niña, pero con una soledad incomparable. Sus padres solían salir a fiestas de caridad y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola. Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande, pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables.
Una noche, los padres fueron a despedirse de la niña antes de ir a una cena; el perro ya acostumbrado a dormir con la niña, se ponía debajo de la cama. Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo. En la madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Ella temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese (era como un código entre ella y el perro) entonces se tranquilizó y durmió otra vez.
Cuando se despertó por la mañana descubrió algo espantoso, en el espejo del tocador había un mensaje con sangre que rezaba "No sólo los perros lamen" y profirió un grito de terror al ver a su perro crucificado en el suelo de su habitación.
Se dice que cuando los padres volvieron estaba totalmente trastornada y solo decía "¿quién me lamió?".
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